A veces nos sentimos tan mal porque
nos falla la fe, que pensamos que no merecemos que Dios responda a nuestras
peticiones.
Y es que a veces nos cuesta creer, a
veces nos cuesta pensar que todo va a estar bien o que las cosas van a cambiar,
y la realidad es que es normal que nos falle la fe, pero eso no quiere decir
que Dios va a dejar de tomarnos en cuenta o que Él va a desecharnos.
Imaginemos por un momento a uno de los
discípulos de Jesús, aquel llamado Tomás, ese discípulo que anduvo por varios
años junto a Jesús, viendo cada milagro que hacía, escuchando sus maravillosos
mensajes llenos de amor, reflexión y enseñanza. Cada palabra que de la boca de
Jesús salía me imagino que para Tomás o para cualquiera de los discípulos era
como agua en medio de un desierto que refrescaba la sed espiritual que tenían.
Sin embargo, ni el discipulado
personal de Jesús, ni las sanidades o milagros que hizo frente a ellos o sus
hermosas palabras que solo podían provenir del cielo, hicieron que a Tomás no
le fallara la fe. (Juan 20:24-29)
Pensemos en esto: Un hombre que tuvo
el privilegio de andar viendo y escuchando de primera mano el Ministerio de
Jesús acá en la tierra, pero aun así, la fe le fallo. Reflexionando en esto, me daba cuenta que
creer es difícil.
Hoy le ponemos de sobrenombre a este
discípulo: “Tomás el incrédulo”, pero la verdadera realidad es que todos hemos
sido Tomás, todos hemos estado parados allí en ese mismo lugar, cuando la fe
nos falla, cuando nos es difícil creer, cuando pensamos que no es cierto
aquello que escuchamos o aquella promesa que Dios nos dio.
Y es que cuando la fe nos falla, nos
sentimos tan mal con nosotros mismos, cuando por alguna razón nos cuesta creer
sentimos que no merecemos ser hijos suyos, pero que bueno es saber que Dios no
nos da nada por merecimiento, sino más bien porque Él nos lo ha prometido.
Quizá hoy te esté fallando la fe,
quizá hoy estés pensando que no vas a recibir lo que estas pidiendo, quizá has
hecho algunas cosas que consideras que evitaran que Dios te de lo que te había
prometido, pero no te has dado cuenta que Dios no va a contestarte según lo que
hagas o dejes de hacer, cuando Dios promete algo, Él lo cumple, no porque lo
merezcas, ni porque hiciste mérito alguno para obtenerlo, sino porque su Gracia
y su Misericordia son puestas en acción para bendecirte.
Dios sabe lo que te cuesta creer, sin
embargo en muchas ocasiones te ha demostrado que a pesar que dudas, Él siempre
te bendijo, a pesar que a veces pensaste que no ibas a recibir aquello, Él te
lo dio, todo eso es muestra de que Él te ama y de que eres especial para Él,
¡Gloria a Dios! Porque en muchas ocasiones no nos responde en base a nuestra fe,
sino en base a la promesa que nos hizo y eso nos da la seguridad de obtener
aquello que nos prometió, aun cuando hemos dudado.
“Dios
no es un hombre, por lo tanto no miente.
Él
no es humano, por lo tanto no cambia de parecer.
¿Acaso
alguna vez habló sin actuar?
¿Alguna
vez prometió sin cumplir?” Números
23:19 (Nueva Traducción Viviente)
Quizá a muchos les cueste creer esto,
pero lo que hoy escribo está basado en la experiencia. ¿Cuántas veces dudaste,
pero aun así recibiste?, ¿Cuántas veces pensaste que Dios no te iba a responder
y te respondió mejor de lo que pensaste?, eso nos debería llevar a pensar que
el amor de Dios, su misericordia y sobre todo su gracia es tan maravillosa que
en ocasiones no nos va a responder en base a nuestra fe, sino en base a lo que
Él ya había prometido.
Es importante creer, porque nuestra
relación personal con Dios se basa en eso, pero hay momentos en donde por
alguna razón la fe nos falla, ¿Qué podemos hacer en ese momento?, solo podemos
recordar todas las veces que también nos falló la fe y aun así Dios cumplió lo
prometido, partiendo de eso, ¿Por qué hoy te va a costar creer?
Hoy quiero invitarte a creer aun
cuando no veas, aun cuando pienses que no tienes la capacidad de creer porque
lo que estas esperando es casi imposible. Hoy quiero que pienses que si Dios te
ha contestado aun cuando la fe te ha fallado, ¿Cómo no te va a responder si
esta vez la fe no te falla y comienzas a creer?
Cree, no dejes de creer, confía, no
dejes de confiar, aun cuando te sientas solo, aun cuando sientas que ya no
puedes, aun cuando creas que la fe te está fallando, no sé cómo, no sé de qué
forma, pero CREE, cree porque es lo único que tienes, es lo único que puede
hacer cambiar todo, CREE porque Dios va a cumplir, porque Él lo prometió,
entonces debes estar seguro que lo recibirás.
¡Dios cumplirá lo prometido!
“Por eso, no dejen de confiar en Dios,
porque sólo así recibirán un gran premio. Sean fuertes, y por ningún motivo
dejen de confiar en él cuando estén sufriendo, para que así puedan hacer lo que
Dios quiere y reciban lo que él les ha prometido”.
Hebreos 10:35-36 (Traducción en
lenguaje actual)
Autor: Enrique Monterroza
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