¡Oh, sí conociéramos al
SEÑOR! Esforcémonos por conocerlo. Él nos responderá, tan cierto como viene el
amanecer o llegan las lluvias a comienzos de la primavera».
Quiero que demuestren
amor, no que ofrezcan sacrificios. Más que ofrendas quemadas, quiero que me
conozcan. Oseas 6: 3 y 6
Cada vez él me dijo: «Mi gracia es todo lo que necesitas; mi poder actúa mejor en la debilidad». 2 Corintios 12: 9
¡Den gracias al SEÑOR,
porque él es bueno! Su fiel amor perdura para siempre. ¿Los ha rescatado el
SEÑOR? ¡Entonces, hablen con libertad! Cuenten a otros que él los ha rescatado… Pues él satisface al sediento y al hambriento
lo llena de cosas buenas.
Salmo 107: 1 – 2 y 9
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