Hermanos míos, no hace falta que yo les escriba
acerca del momento exacto en que todo esto ocurrirá. Ustedes saben muy bien que el Señor Jesús
regresará en el día menos esperado, como un ladrón en la noche. Cuando la gente diga: «Todo está tranquilo y
no hay por qué tener miedo», entonces todo será destruido de repente. Nadie
podrá escapar, pues sucederá en el momento menos esperado, como cuando le
vienen los dolores de parto a una mujer embarazada. ¡No podrán escapar!
Pero ustedes, hermanos, no viven en la ignorancia,
así que el regreso del Señor Jesús no los sorprenderá como un ladrón en la
noche. Todos ustedes confían en el Señor Jesús, y eso es como vivir a plena
luz del día, y no en la oscuridad. Por eso,
debemos mantenernos alerta y vivir
correctamente, y no tan despreocupados como viven algunos.
Los que viven pecando y emborrachándose, y sin
preocuparse por el regreso del Señor Jesús, realmente viven en la
oscuridad. Pero nosotros no vivimos en
la oscuridad, sino en la luz. Por eso debemos mantenernos alerta, y confiar en
Dios y amar a toda persona. ¡Nuestra confianza y nuestro amor nos pueden
proteger del pecado como una armadura! Y si no dudamos nunca de nuestra
salvación, esa seguridad nos protegerá como un casco.
Porque Dios no nos ha llamado para castigarnos,
sino para que recibamos la salvación por medio de nuestro Señor
Jesucristo. Porque Jesucristo murió por
nosotros para que podamos vivir con él, ya sea que estemos vivos o muertos
cuando él vuelva. Por eso, anímense los
unos a los otros, y ayúdense a fortalecer su vida cristiana, como ya lo están
haciendo.
Instrucciones
finales
Hermanos, les rogamos que respeten a los líderes de
la iglesia. Ellos se esfuerzan mucho para enseñarles a vivir su vida
cristiana. Por eso, trátenlos con
respeto y amor por todo lo que hacen, y vivan en paz los unos con los otros.
También les recomendamos, hermanos, que reprendan a los que no quieren hacer
nada. Animen a los que son tímidos, apoyen a los que todavía dudan del Señor
Jesús, y tengan paciencia con todos.
No permitan que nadie devuelva un mal con otro mal.
Al contrario, deben esforzarse por hacer el bien entre ustedes mismos y con
todos los demás.
Estén
siempre contentos. Oren en todo
momento. Den gracias a Dios en cualquier
circunstancia. Esto es lo que Dios espera de ustedes, como cristianos que
son. No alejen de ustedes al Espíritu
Santo. Y si él les da la capacidad de
profetizar, no la desprecien. Pónganlo
todo a prueba, pero quédense nada más con lo bueno, y rechacen todo lo malo.
Que el Dios de paz los mantenga completamente
dedicados a su servicio. Que los conserve sin pecado hasta que vuelva nuestro
Señor Jesucristo, para que ni el espíritu ni el alma, ni el cuerpo de ustedes
sean hallados culpables delante de Dios.
Él los eligió para ser parte de su pueblo, y hará
todo esto porque siempre cumple lo que promete.
Despedida
Hermanos, oren también por nosotros. Saluden con un
beso santo a todos los hermanos de la iglesia. Con la autoridad que me da el
Señor Jesús, les encargo que lean esta carta a todos los de la iglesia. Pido a
nuestro Señor Jesucristo que les siga mostrando su amor. 1
Tesalonicenses 5
Al que tiene
oídos que oiga lo que dice el señor. Palabra Expreso Blog.
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