Oíd ahora esto, pueblo necio y sin
corazón, que tiene ojos y no ve, que tiene oídos y no oye. Jeremías 5:21 RV1995
“Así ha dicho Jehová, el Señor: El que
escucha, que escuche; y el que no quiera escuchar, que no escuche, porque casa
rebelde son” Ezequiel 3:27
¡Cómo me gustaría que mi pueblo me escuchara! ¡Cómo quisiera que
Israel hiciera lo que yo quiero! Salmos 81: 13 TLA
“¡El fin está cerca! ¡Les llegó la
hora, a ustedes y a toda la tierra! Voy a llamarlos a cuentas. Descargaré mi
enojo sobre ustedes, y no les tendré ninguna compasión. Voy a castigarlos. Voy
a hacerlos sufrir las consecuencias de todos sus actos repugnantes. Así
reconocerán que yo soy el Dios de Israel.
Ezequiel 7:2 (2-4) TLA
Entonces Ananías, el jefe de los sacerdotes, ordenó que golpearan
a Pablo en la boca.
Pero Pablo le dijo: —Es Dios quien lo va a golpear a usted,
¡hipócrita! Usted tiene que juzgarme de acuerdo con la Ley; entonces, ¿por qué
la desobedece…? Hechos 23:3 TLA
Así dice el todopoderoso Dios de Israel: No les presten atención a
esos que andan asegurando que no voy a destruir esta ciudad porque aquí está mi
templo. Al contrario, hagan lo siguiente:
Mejoren su conducta, sean justos los unos con los otros, traten
bien a los refugiados, a las viudas y a los huérfanos; hagan justicia al
inocente y adórenme sólo a mí. Si no
lo hacen, les irá mal; pero si lo hacen, vivirán por siempre en este país, el
cual di a sus antepasados. Jeremías
7:3 (3-7) TLA
¡Pero ustedes creen en las mentiras que les dicen, y que no les
sirven para nada! Ustedes roban, matan,
tienen relaciones sexuales con la esposa de otro hombre, no cumplen lo que
prometen, adoran al dios Baal, y a otros dioses que ni conocen. Aun así, vienen a este templo, que es mi casa,
y piensan que por estar aquí están a salvo. Después salen y siguen haciendo
todas estas porquerías. Este templo es
mi casa, pero ustedes lo han convertido en una cueva de ladrones. ¡Yo mismo lo
he visto! Les juro que así es.
Yo les he hablado muchas veces, pero no han querido escucharme; en
vez de tomar en cuenta mis advertencias, han seguido haciendo lo malo. Les juro
que así es.
…Por eso, aunque este templo es mi casa, y ustedes han puesto en
él su confianza, yo lo destruiré como destruí el santuario de Siló. Yo les di
este templo a ustedes y a sus antepasados, pero los voy a expulsar de mi
presencia, así como expulsé a todos sus hermanos, los descendientes de Efraín’.
…¡Mira lo que pasa en las ciudades de Judá y en las calles de
Jerusalén!
Los niños juntan la leña, los padres encienden el fuego, y las
mujeres preparan la masa, ¡y hacen panes para adorar a la que llaman “reina del
cielo”! Además, las ofrendas que presentan a otros dioses son un insulto para
mí. Lo más vergonzoso es que, en realidad,
no me insultan a mí; ¡se insultan ellos mismos! Les juro que así es.
Por eso, castigaré con furia a este lugar, y a los hombres y
animales, a los árboles del campo y a los frutos de la tierra. ¡Mi enojo será
como un fuego difícil de apagar! Les juro que así será.
Si quieren, sigan juntando las ofrendas y los animales que
presentan en mi honor, y empáchense con la carne. Pero lo cierto es que, cuando
yo saqué de Egipto a sus antepasados, no les mandé presentarme ofrendas ni
animales. Lo que sí les mandé fue que me
obedecieran. Sólo así yo sería su Dios, y ellos serían mi pueblo. También
les mandé obedecer mis mandamientos, para que siempre les fuera bien.
Pero sus antepasados no me obedecieron ni me prestaron atención;
al contrario, fueron tercos y actuaron con maldad. Fue así como, en vez de
mejorar, empeoraron.
Desde el día en que sus antepasados salieron de Egipto y hasta
ahora, yo no he dejado de enviarles a mis servidores, los profetas. Lo he hecho
una y otra vez, y a pesar de todo eso, ellos no me obedecen ni me prestan
atención, sino que son peores que sus antepasados.
Jeremías, diles todo esto, aunque yo sé que no te van a contestar,
y ni siquiera te harán caso.
Diles que son una nación mentirosa, que no ha querido obedecerme
ni ha aceptado ser corregida». Jeremías 7:1-28 TLA
No hay comentarios:
Publicar un comentario